Yo no sabía que era tan importante para mí…

Hace unos días en medio de esta cuarentena, escuché a alguien decir…“Yo no sabía que era tan importante para mí reunirme físicamente con mis amigos, eso solo me parecía que era normal y que siempre sería así”…-seguido de un gran suspiro que parecía lleno de nostalgia-.

Y entonces pensé…de cuántas cosas, personas, situaciones y lugares podríamos hoy quizá decir, yo no sabía que eran tan importantes para mí, quizá porque hemos pasado mucho tiempo viendo todo tan normal y cotidiano que hasta parecía que nunca podía ser diferente, es más, hasta nos hemos dado el lujo de haber invertido tiempo en quejarnos de mucho de lo que hoy extrañamos.

Sin duda, este es el mejor reflejo de que esta nueva forma de vivir nos ha sometido a un sinnúmero de cambios primordialmente en lo emocional y como seres humanos estamos siendo impactados de maneras distintas, llegando a experimentar algunas emociones de las que ni siquiera teníamos consciencia que pudiéramos sentir y claro, cómo saberlo, si nuestra situación actual no la habíamos vivido antes…

Por esa razón, hoy día, no tenemos por qué saber cómo lidiar con el cómo se debilita nuestra sensación de seguridad surgiendo la incertidumbre, la sensación de poca libertad, de ir y movernos a dónde queramos y cuándo queramos sin pensar como ahora, que nuestros movimientos y conductas influyen de manera decisoria en nosotros y en otros, también nuestra sensación de omnipotencia donde pensamos que podemos con todo y de que nosotros somos distintos a los demás, la típica expresión “a mí esto no me pasará”, el apoyo social de nuestros amigos y familiares más queridos e importantes que ahora nos muestra cuánto los necesitamos, y nuestra confianza, uff! cuántas sensaciones y emociones nos embargan hoy…

Pero no podemos quedarnos ahí, no hay que seguir nadando en este mar o más bien tsunami de emociones, no hay que reprimirlas o negarlas, se trata más bien de sentirlas y conocerlas, atreviéndonos a vivir la realidad conociendo nuestros límites, ayudando y dejándonos ayudar.

Que rico poder contactar con nuestras emociones y hacerlas nuestras amigas, comprometidos con nosotros mismos, esto sin duda nos permitirá avanzar, viviendo esto con aprendizaje, no con queja y victimismo, sino desde el crecimiento y con el único objetivo, de sentirnos mejor y contagiar a otros.

Te reto a aprender a desarrollar la capacidad de adaptación que cada uno(a) de nosotros tenemos, acercándonos más a la humildad y a la vulnerabilidad, tomando consciencia de cada emoción, cosa, persona o situación desde el presente y así como es, disfrutarlo, valorarlo y agradecerlo, y esto empieza ahora mismo…

Con todo lo que la cuarentena nos está dando, nos limita, nos quita y nos permite, ojalá nunca más, en ninguna circunstancia que volvamos a vivir, digamos yo no sabía que… era tan importante para mí por pensar que siempre estaría ahí…

 

M.Psc. Shirley Carmona Brenes
Promoción de la Salud
Oficina de Bienestar y Salud

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