¿Dormir o desmayarse?

¿Dormir o “desmayarse”?  Frente a esta disyuntiva deberíamos poder elegir dormir, no “desmayar” de cansancio, y lo cierto es que además de ser un placer es –como decimos las enfermeras- una necesidad básica del autocuidado de todo ser humano.

Recordemos que dormir complementa la vigilia, contribuye al balance de procesos internos del cuerpo, es un elemento necesario para el aprendizaje, y sin duda también es un placer, entre muchas otras funciones.

Privarse de un buen dormir puede incidir negativamente en la memoria, aprendizaje, capacidad creativa, conducta, relaciones interpersonales, rendimiento académico y laboral y criterio general.

Ahora bien ¿de qué manera podemos dormir saludablemente?  La respuesta es amplia e incluye tomar en cuenta las recomendaciones básicas propias de la higiene del sueño, a continuación algunas de ellas:

Crear un ambiente agradable y confortable: Cama limpia, dormitorio limpio, ventilado, aroma agradable, oscuro, sin despertador al frente, con la menor cantidad de distractores para el placer de dormir.
Utilizar almohada a su medida y un colchón firme, no duro: Regularmente elegimos el colchón que podamos pagar y la almohada más grande y barata sin la conciencia que el colchón y la almohada deben adaptarse a las características personales, con el propósito de dar soporte y ajustarse a las curvaturas propias de la columna vertebral.  Por ejemplo un colchón muy duro facilita que haya más presión sobre las prominencias óseas –como la cadera-, y no contribuye a una buena circulación.  Comprar un colchón que se ajuste a sus necesidades es una buena inversión en su salud.
Listar todo lo positivo de su día: Hacer un recuento de todo lo bueno que vivimos durante el día nos ayuda a tener un sentido de satisfacción y aprovechamiento.  Es común que juzguemos nuestros faltantes, así que recordar lo contrario nos da la oportunidad de reconocer lo valioso en lo ordinario y cotidiano, tener sentido de logro y dicha de lo que vivimos aún en medio de dificultades y carencias.  Es un sumando a nuestra percepción de bienestar.
Es importante que procuremos iniciar y terminar el día a la misma hora, evitar la deuda de sueño que no es recuperable.  Es mejor dormir temprano y levantarse temprano que acostarse tarde y levantarse tarde.  Respetar nuestro ritmo interno es fundamental para la salud.
Depositar de manera simbólica nuestros problemas y preocupaciones en una cajita y taparla:  al taparla es la metáfora de “ya no los veo, no voy a ocuparme de eso ahora”, así que ahí los dejamos, llevarlos a la cama no nos ayudará a dormir mejor, pero una buena noche de sueño continuo sí nos facilitará identificar soluciones más creativas y tomar mejores decisiones.

Estudiar, trabajar, ser solter@, padres, madres, pareja, hij@, herman@, etc., ofrece diferentes coordenadas de ubicación ante el tema, por favor compartinos lo que encontraríamos desde las tuyas.

En el próximo blog continuaremos con otros tips, mientras tanto mi deseo es que tengamos:

¡Dulces sueños!

Por: Alejandra Marín Hoffman
Licenciada en Enfermería
Unidad de Promoción de la Salud
www.ups-obs.com

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