¿Dormir o Desmayarse? (Parte 2)
¿Estamos durmiendo y descansando? Si hemos implementado las recomendaciones sobre la higiene del sueño que compartí en mi blog anterior “¿Dormir o desmayarse? (Parte 1)”, esperaría que sí. El compromiso era continuar este nuevo blog con más recomendaciones, así que integraremos estas otras a la lista:
Comer al menos 1-1.5 horas antes de acostarse: el cuerpo estará ocupado realizando el proceso de la digestión. Tampoco es prudente irse a dormir con hambre, el cuerpo es como un vehículo, ocupa combustible para funcionar y aunque sea un tiempo de menor consumo de energía no es que no la requiera, y sometería al cuerpo a un tiempo extenso de ayuno.
Bebidas un par de horas antes: esto contribuirá a la no interrupción del sueño por la necesidad de ir al baño.
Realizar ejercicio tres horas antes de acostarse, evitar que sea muy cercano a la hora sueño: porque lleva al cuerpo a una sensación de mayor energía y nivel de actividad.
Evitar el consumo de sustancias estimulantes: pueden durar hasta 14 horas en salir del cuerpo.
Dejar tableta y celular apagados y distantes del alcance de la mano para evitar la tentación de estar chequeando redes sociales, respondiendo mensajes, enviar correos, jugar, etc. Habitualmente es lo último que vemos antes de cerrar los ojos, tratemos de desvincularnos de esta tecnología y conectémonos con nosotros mismos antes de concluir el periodo de vigilia del día, podríamos tener momentos de más conocimiento sobre nosotros mismos.
Resolver desencuentros que “nos roban la paz” con los seres queridos: la salud mental requiere que desarrollemos habilidades para superar las diferencias, solucionemos los conflictos y tener relaciones interpersonales saludables.
Tener una o varias rutinas de relajación y realizar una antes de acostarse: hay opciones de relajación como variedad de pensamientos y gustos, elijamos lo que nos funcione, lo que verdaderamente nos relaje.
Bien, estas fueron algunas de las recomendaciones básicas (podemos seguir explorando otras), no obstante hay una limitante que en talleres o charlas siempre sale a discusión: ¡no nos alcanza el tiempo! La buena administración del tiempo es clave en la satisfacción de las necesidades del autocuidado, así que ese tema lo exploraremos en el siguiente blog; de momento les invito a implementar los tips de este y contarnos los resultados.
¡Que duerman bien!
Por: Alejandra Marín Hoffman
Licenciada en Enfermería
Unidad de Promoción de la Salud
www.ups-obs.com
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